(Chicago, 1901 - Los Ángeles, 1966) Dibujante y productor
cinematográfico estadounidense, pionero del cine de dibujos animados, principal
creador de la etapa clásica de la animación y fundador de la corporación que
lleva su nombre.
Aunque nacido en Chicago, pasó los años más felices de su infancia
en una granja cerca de Marceline (Missouri), hasta que en 1909 su padre enfermó
y la familia hubo de trasladarse a Kansas City. Allí empezaría a trabajar de
repartidor de periódicos, labor que compaginaba con sus estudios, en los que no
destacaba. Prefería el dibujo y las historietas; las primeras que trazó
aparecerían en el periódico de su instituto en Chicago, adonde la familia se
había trasladado nuevamente.
Walt Disney
En 1918, el joven Walt trató de alistarse en el ejército. Como no
tenía la edad suficiente, falsificó su partida de nacimiento y, fingiendo haber
cumplido los diecisiete años, logró ser admitido como conductor de ambulancias
de la Cruz Roja. Sin embargo, cuando terminó su formación, la guerra ya había
terminado y su trabajo se redujo a trasladar oficiales.
De regreso a Estados Unidos, se estableció en Kansas City y
consiguió un trabajo de publicista en el Pesemen-Rubin Art Studio, donde trabó
una amistad clave con el dibujante Ubbe Iwerks. Ambos fundaron en 1920 la
empresa Iwerks-Disney Commercial Artists, que resultó un fracaso. Hubieron de
trabajar otra vez por cuenta ajena en la Kansas City Film Ad, empresa en la que
tendría lugar su primer contacto con las rudimentarias técnicas de animación de
la época, cuyas posibilidades fascinaron de inmediato a Disney.
En 1922, cuando creyó que había aprendido lo suficiente, Disney
fundó la compañía Laugh-O-Gram Films, con la que realizó exitosos cortometrajes
basados en cuentos infantiles. Sin embargo, los gastos de producción superaban
los beneficios, y al año siguiente tuvo que cerrar. Desalentado, Disney se
trasladó a Hollywood sin otra idea que llegar a ser director de cine "normal".
Por suerte, una distribuidora se interesó por Alice's Wonderland, una de
las películas que había producido Laugh-O-Gram Films, y le encargó nuevas
películas que combinasen animación e imagen real. Para satisfacer el encargo
nació el Disney Brothers' Studio (dirigido por Walt y su hermano Roy), que
produciría nueve Alice Comedies (Comedias de Alicia), a las que seguiría
en 1927 la serie Oswald, el conejo afortunado, un encargo para la
Universal Pictures creado por Ubbe Iwerks, que se había unido a la nueva
andadura de los hermanos Disney.
Las series tenían éxito y el estudio iba creciendo con talentosos
dibujantes, aunque un tropiezo con la Universal Pictures, que tenía los derechos
sobre Oswald y decidió prescindir de sus servicios, estuvo a punto de
arruinar la naciente empresa. La solución era crear otro personaje y éste fue ni
más ni menos que el ratón Mickey Mouse, que con el tiempo sería el emblema de la
llamada Factoría Disney. Su paternidad es discutida; Disney se la
atribuyó, pero pudo ser obra de Ubbe Iwerks o de ambos. Tras dos intentos
fallidos, el flamante ratoncito triunfaría con Steamboat Willie (1928),
que fue un gran éxito. Inmensamente popular, los cortometrajes se sucedieron con
rapidez, y en 1930 el personaje pasó al cómic. Los cortos protagonizados por
Mickey Mouse se alternaron con una serie de graciosas animaciones musicales
titulada Sinfonías tontas.
Pese a algunos contratiempos (como el abandono de Iwerks, quejoso
de la explotación a que lo sometía Disney), el negocio iba viento en popa. En
1934, Disney emprendió un proyecto visionario: la producción de un largometraje
que iba a ser el primero de la historia de la animación. Nadie se había atrevido
a ello por los enormes costos que suponía; de hecho, la industria de la época
consideró la idea una locura. Y, efectivamente, a mediados de 1937, el estudio
se había quedado sin un céntimo. Disney tuvo que pedir un crédito para completar
el millón y medio de dólares que costó. Pero ocurrió que, en taquilla,
Blancanieves y los siete enanitos (1937) generó unos ingresos de ocho
millones de dólares. No solamente había acertado como empresario, sino también
como artista, porque Blancanieves y los siete enanitos resultó ser además
una obra maestra, de altísimo nivel técnico, graciosa sensibilidad y gran
soltura narrativa.
Los beneficios permitieron a Disney construir, dos años después,
un inmenso estudio en Burbank, y producir, junto a los cortos de siempre,
extraordinarios largometrajes (Pinocho, Fantasía, Dumbo,
Bambi) que, sin embargo, no siempre produjeron beneficios. Disney tuvo
que encarar además otros problemas, como la huelga de 1941, que paralizó los
estudios y perjudicó la imagen de la empresa; de algunos de sus líderes se
vengaría en 1947, denunciándolos ante el Comité de Actividades Antiamericanas.
Logró capear el temporal abriéndose a otros géneros, como los
documentales, y en la década de los 50, con una situación más boyante, volvió a
la carga con nuevos largometrajes de éxito: La Cenicienta, Alicia en
el país de las maravillas, Peter Pan o La dama y el vagabundo.
Al mismo tiempo, las actividades de la corporación siguieron extendiéndose a
otros ámbitos, como la películas con actores reales (La isla del tesoro,
1950; Veinte mil leguas de viaje submarino, 1954), la producción de
programas para la televisión (iniciada en 1950) y una última idea megalómana, la
de traer a la tierra su mundo de fantasía con la construcción de Disneylandia,
que, inaugurado en 1955, fue lo que hoy llamaríamos el primer parque temático de
la historia.
Más grandioso fue aún el proyecto de un nuevo parque en Orlando,
Disneyworld, que no llegaría a ver concluido. Apartado en sus últimos años ya
del trabajo directo en la animación y más centrado en los proyectos
empresariales, en 1966 se le diagnosticó un cáncer de pulmón y falleció a los
pocos meses. El Mago de Burbank, como se le llamaba a menudo, dejaba un
solvente emporio empresarial que aún perdura. Y sus amables películas, repletas
de fauna humanizada, siguen todavía poblando la imaginación de millones de
niños.
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